¡Debes de tener mucho tiempo! Esa es la respuesta que recibo en mi ámbito laboral cada vez que planteo alguna cuestión remotamente diferente a los quehaceres diarios, los cotilleos dentro de la empresa o el tema estrella del día que aparezca en prensa o televisión. Mucho tiempo para interesarme en otras cosas que no consisten en hacer reforma en la casa, o ir a recoger a los niños al colegio, o hacerle la pelota al cura o monja de turno para que el año que viene me guarde una plaza en el colegio religioso (a pesar de considerarme una persona progresista y ser una acérrima enemiga del PP). Debo de tener mucho tiempo... a pesar de pasar más de 12 horas fuera al día en un trabajo que no me llena en absoluto o llenar (sin queja eso si) parte de mi tiempo libre estudiando una carrera a distancia. Debo de tener mucho tiempo que empleo en cosas triviales como puedan ser leer, escuchar música, pasear, quedar con mis amigos y gente querida, reír, disfrutar de la vida en definitiva.
Debes de tener mucho tiempo... ¿qué es lo importante? ¿Hacer las labores domésticas? ¿Alimentar a un marido que no es capaz ni de freírse un huevo solo? ¿Acaso no es igual de trivial que ir al cine? ¿Acaso la forma de que dispongo de mi tiempo es menos válida que la tuya? Organización de una boda durante meses, ir de compras durante todo el fin de semana, hacer periplo en casa de unos suegros y otros, una vez al año celebración de aniversario de bodas en hotel cinco estrellas...
Ya en la Antigua Grecia Alceo nos decía que sólo disponíamos de una vida, y nos mostraba el mito de Sísifo como ejemplo. Ese canto rodado que Sísifo empujaba durante todo el día podría bien servir hoy como una metáfora de un trabajo que nos exige más de la mitad de nuestro tiempo y de nuestra vida, en definitiva. No voy a ser yo quien contradiga más de dos mil años de sabiduría.
A esos mismos que me tildan de friki por tan sólo atreverme a mencionar el nombre de Alceo (no, no es el protagonista de ningún reality, tendría que aclarar)...¿no os dais cuenta de que los frikis sois vosotros, trabajando 12 horas al día, hipotecándoos hasta las cejas para conducir un coche de alta cilindrada o mantener un nivel de vida que crees que te pertenece?
Cualquier tipo de vida, en el fondo, es legítima, si consideramos que la vida en sí no tiene ningún propósito per se (afortunada, o desafortunadamente, dependiendo del punto de vista de cada cual). Y ciertamente esa legitimidad se multiplica si se es una persona independiente que se mantiene a sí misma sin hacer daño a nadie.
Pero qué se le va a hacer... a lo mejor estas reflexiones no son más que producto de alguien que dispone de mucho tiempo.
P.D. Llega a mis oídos que cierto libro llamado El bolígrafo de gel verde se ha convertido en la sensación editorial, no sólo porque el autor, con una tozudez digna de admiración, decidió autofinanciarse su propia publicación. Una fe ciega en un trabajo que le llevó dos años y que ahora parece que ha dado sus frutos al ser adquirido por una gran editorial. No. La razón por la cual me voy a leer este libro es porque parece ser que este hombre retrata esta alienación laboral que seguimos sufriendo a principios del s.XXI y la lucha de un hombre anónimo por salir de esta vorágine que nos vendieron como "calidad de vida" pero que no deja de ser una espiral consumista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario